
Y unas tortitas para dos, es la cosa menos dulce que te pasa en una tarde,
Donde las escaleras automáticas son solo una excusa para hacer de ti mi cinturón.
Maréate de tanto respirarme,
O mejor aun acércate tanto que no sepa con claridad
Donde acabo yo y donde empiezas tú.
Solo así cuando se difuminen nuestros límites,
Podremos contar cuantos monstruos nos faltan por derrotar
Antes de que mis noches solo sepan anclarse a tu ombligo.
Descubre constelaciones sin necesidad de mirar al cielo,
Sorpréndete soñando con los ojos bien abiertos.
Cuenta los susurros que separan nuestras nucas…
Y puede que nunca más puedas dejar de temblar.
Si tu besos son tan adictos como los míos a operaciones suicidas,
De esas en las que pierdes la cabeza, o el corazón…
Tú, ya me has robado lo segundo.
.Y pensar que en unas horas solo un par de baldosas nos van a separar del futuro.
Se mi rutina y mi certeza.